miércoles, 11 de abril de 2018

Soy la luz solar que hubieras deseado ser


Podría malgastar el tiempo hablando de ti, 
dedicándote unas palabras, 
al fin y al cabo, eso te pone, llamar la atención. 
Pero verás, 
prefiero hablar de mí, 
de todo lo que soy
y de todo lo que a ti, sombra, te aterroriza. 
Espero que no te importe. 
Y si lo hace, te jodes.

Yo soy la luz solar que hubieras deseado ser. 
Mis ojos son la mansedumbre del universo, 
mi boca es un volcán en erupción,
capaz de comerse a bocados todo lo que no es verdad: tú, por ejemplo.
Soy negro, 
como mis ancestros,
lo que me hace estar protegido por ellos. 
Camino confiado de mí mismo, 
fascinado por mi naturaleza.
Invencible,
ilimitado,
inquebrantable,
puntos sobre las íes que a tu madre, la luna, se le escapó recordarte.

Pero un día, yo, Sol, coincidí contigo, sombra, 
y hasta me llegué a creer que sin ti mi luz no tenía propósito alguno. 
¡Qué iluso! 
Yo, que alumbro toda una vía láctea 
¿me limito a ti? 
Yo, 
que nutro a las plantas, 
despierto a los animales, 
desnudo la sonrisa de los hombres,
y que por mí se ponen de rodillas...
¿me limito a ti?
Yo, 
que soy estrella, 
reina de 9 dioses esféricos,
Dios al que todos rinden devoción y gratitud... 
¿me limito a ti? 
Yo, 
nacido y nutrido en el vientre de Oloddumare,
invencible ante cualquier adversidad, 
de fuego ardiente e inapagable... 
¿me limito a ti?
Yo, 
Sol,
de quién todos reciben su alegría, 
que ante mi ausencia se entristecen y se cortan las venas... 
¿me limito a ti? 
No sombra, no, 
podrán los humanos depender de ti para reconocer sus pasos, 
pero tú dependes de mí para existir. 
Mientras tú te arrastras por el suelo, 
yo brillo desde los cielos, 
mientras tú dormitas,
yo amanezco,
y mientras tú caminas a cuatro patas 
como los demonios,
yo camino enderezado, 
como un Emperador al que todos aguardan.
Por eso te di la espalda 
y te dejé bajo la necia protección de la luna,
enredado en el veneno de las serpientes que tú mismo alimentaste. 
Lo siento sombra, pero yo, Sol, estoy hecho para brillar. 


Dariel Ventura




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